Segunda y última parte, del número 10.2000
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Características del desarrollo nacional de los sistemas antimisiles
Para aumentar la movilidad y mejorar la preparación para el combate de los sistemas de misiles contracarro fueron desarrollados y adoptados en servicio sistemas contracarro autopropulsados, lo que permitió aumentar rápidamente la densidad necesaria de armas contracarro en áreas peligrosas con muchos carros agrupados. Los sistemas contracarro autopropulsados modernos (Tabla 6) están diseñados principalmente para la lucha contracarro y suelen estar equipados con ojivas en tándem, con una gran capacidad de penetración en el blindaje.
Una característica importante del sistema de guiado del misil contracarro "Kornet" (Corneta) es su control de guiado a través de un haz de láser: cuando se asocia a través de un visor el haz láser, sin más intermediación, transporta la información y ajusta la trayectoria del misil.
La variedad de sistemas móviles está instalada principalmente sobre vehículos de combate de infantería BMP y BMD, equipados con diversas armas contracarro. Paralelamente, con la sustitución del sistema de misiles "Chiquitín" por el "Corneta", montado en el BMP-2 y BMP-3, se obtuvo un aumento de la eficacia en la lucha contracarro.
En relación con la mejora de los sistemas de guiado de los sistemas contracarro de segunda generación, se consiguió instalar estos misiles en helicópteros. Los primeros helicópteros con un sistema PTUR modernizado "Falange-P" fueron los Mi-4AV, Mi-8TB y Mi-24. Luego se introdujeron en helicópteros el sistema "Shturm-V" (Asalto-V), y posteriormente el "Ataka" (Ataque) en el Mi-28A y el “Vijr” (Torbellino) en el Ka-50 (Tabla 7). Desde el punto de vista del combate los sistemas embarcados en helicópteros difieren notablemente de los terrestres, por sus diferentes capacidades de adquisición de blancos, cometidos y los tiempos de vuelo y guiado de los misiles. Esto requiere la aplicación de condiciones específicas para el disparo a larga distancia, velocidad de vuelo, precisión y potencia de las ojivas de los misiles instalados en helicópteros. El tiempo total de la búsqueda visual del blanco, e incluso el guiado automatizado de un misil de segunda generación era mayor que el tiempo de respuesta de los modernos sistemas de defensa aérea. Por esta razón, la vulnerabilidad del helicóptero (al disparar a larga distancia) durante el guiado del misil hasta que éste alcance el blanco puede provocar el derribo del helicóptero. Una ventaja importante de los sistemas contracarro instalados en helicópteros es su alta movilidad y su capacidad de utilizar el enmascaramiento en el terreno mientras se abre fuego.
Hay que tener en cuenta que el sistema de misiles contracarro APU-8 "Torbellino" también fue instalado en el Su-25T. La estructura de este sistema contracarro consiste en la adquisición del blanco, un seguimiento automático y el guiado por láser, mediante la estabilización de la línea de visión. Uno de los aspectos más destacados de las armas guiadas contracarro de la segunda generación de nuestro país fue la creación de una clase especial de proyectiles para carros, diseñada para ser disparada desde un calibre de 100 mm, 115 mm, 125 mm y desde cañones contracarro.
Antes de la entrada en servicio del carro M1 con el Ejército de los EE.UU. y en otros países, el modelo más extendido era el tanque M60 (en sus varias versiones). Al mismo tiempo, en el Ejército de la Unión Soviética, figuraba en servicio un número considerable de carros medios T-55 y T-62 de la primera generación de posguerra, con un cañón de 100 mm de calibre (ánima rayada) y 115 mm (ánima lisa). Con el fin de aumentar la potencia de fuego en los carros T-55 (M, AD, MV) se instaló el sistema de armas guiadas 9K116 "Bastión", cuyo proyectil ZUBK10-1 conprendía el misil contracarro guiado 9M117 con un sistema de control de tiro “Volna” (Onda), y en los carros T-62 (M, M1, M1-2, MV, D) se instaló el sistema 9K116-1 "Sheksna" (nombre de una ciudad de la región de Vologda, y río con el mismo nombre) con el mismo misil y sistema de control de tiro. Se consiguió emplear un único misil 9M117 en ánimas de diversos calibres gracias a unos adaptadores especiales, que eran separados después de la salida del misil por la boca del cañón. El propulsor (una vaina con el explosivo en polvo) otorgaba al misil una velocidad de 400 - 500 m/s, mantenida en vuelo a través del funcionamiento del motor principal del misil. Esencialmente un misil 9M117 junto con su dispositivo de propulsión conformaban un único proyectil de artillería de 100 mm. El sistema de guiado de los misiles era semiautomático a través de un haz láser. El misil estaba equipado con una ojiva de carga hueca (con una capacidad de perforación de blindaje de 550 mm), que con seguridad podría penetrar en el arco frontal blindado de un carro M60 que contaba con una protección de 250 - 300 mm y proporcionar una elevada actuación post-penetración.
La tendencia del empleo del cañón de ánima lisa de 125 mm como lanzador de misiles contracarro continuó con los modelos T-64, T-72, T-80 y T-90. Así, el sistema 9K112 "Kobra" (Cobra) (Fig. 4) estaba instalado en los carros T-64 (B, B1, BM, BV) y T-80 (B, BV) con un misil 9M112 guiado por radio y enlace con retroalimentación óptica. El misil 9M112 estaba diseñado con el mismo tamaño de los proyectiles de artillería de ese calibre, y estaba igualmente colocado en la bandeja y el cargador automático del carro. La carga explosiva y el motor propulsor se encuentran en la ojiva, mientras que la sección de instrumentos y el propulsor inicial estaban situados en la cola. El guiado del misil se lleva a cabo de forma semiautomática, en la que el artillero mantiene la retícula en el blanco, y el sistema de guía mantiene automáticamente orientado el misil hacia ese objetivo. La posición del misil en relación a la línea del visor viene determinada por un sistema óptico de fuente de luz modulada, que se encuentra en la sección de cola. Los comandos de guiado se transmiten a través de un haz de radio enfocado direccional.
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EntrarSistema de misil contracarro “Shturm-S” (Asalto-S)
Tabla 6: Características de los sistemas contracarro autopropulsados actuales
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EntrarSistema de misil contracarro “Jrizantema” (Crisantemo)
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EntrarEsquema 4. Esquema de guiado del sistema de misiles contracarro semiautomáticos 9К112 “Cobra”, instalados en los carros Т-64B y Т-80B
Tabla 7: Características de los sistemas contracarro instalados en helicópteros con cabezas en tándem
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EntrarTabla 8: Comparación de la segunda generación de ojivas contracarro monobloque
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EntrarNota: b0 – capacidad de perforación del misil contracarro
Al mismo tiempo, en los carros T-72 (B, B1) y T-80 (U, UD) se instalaron los sistemas 9K119 "Reflex" (Reflejo) y 9K120 "Svir" (río con el mismo nombre) con el mismo proyectil de carga segregada ZUBK14, que constaba de misiles 9M119 y un dispositivo propulsor 9J949. El proyectil ZUBK14 como cualquier otro proyectil a bordo, estaba ubicado en el cargador transportador de cinta automático. El misil contracarro 9K119 incluye los equipos para su guía semiautomática por un haz láser.
El empleo de los cañones a modo de lanzadores para disparar misiles contracarro fue desarrollado por los estadounidenses. Así, en 1968, en el carro M60A2 fue instalada una nueva torreta con un conjunto cañón- lanzador de 152 mm, lo que le permitía disparar tanto proyectiles de artillería convencionales como misiles contracarro "Shillelagh". El alcance máximo era de 3 km. La munición almacenada a bordo estaba compuesta por 33 proyectiles de artillería y 13 misiles contracarro. El sistema de control de tiro incluía un telémetro láser. El misil tenía una ojiva de carga hueca, un receptor de infrarrojos y un trazador. Un total de 526 carros de este modelo fueron fabricados. Esta misma configuración de armamento fue escogida para los carros ligeros de reconocimiento estadounidenses M551 "Sheridan", fabricados en un total de 1660 unidades. En la actualidad, el concepto de lanzar misiles contracarro desde los cañones no ha tenido éxito en los carros occidentales.
El uso del cañón del carro como un lanzador impone restricciones adicionales al diseño del misil, reduciendo su capacidad de combate y sus características operativas. Por ejemplo, el misil contracarro 9M112 "Cobra" se compone de una sección de cabeza y una sección de cola, fabricados en el tamaño normalizado del proyectil de artillería y municiones de carga habitual. En la cabeza del misil se instaló la carga hueca y el motor, y en la cola la sección de instrumentos y el propulsor. El acoplamiento de ambas partes se realiza en la bandeja del mecanismo habitual de recarga introduciéndose en la vaina. Obviamente, para unir las partes es necesario un "bloqueo automático", lo que implica un aumento adicional del tamaño y peso del metal, reduciendo al mismo tiempo las características de diseño del misil. El calibre del cañón y el volumen interno del carro no permiten llevar a cabo programas de modernización de estos sistemas de armas. Estas razones pueden haber servido para el abandono de la idea de la utilización del cañón del carro como lanzadores de misiles en otros países.
La instalación en los carros extranjeros de los bloques de defensa dinámica ERA hizo necesaria la actualización de nuestros misiles contracarro lo que supuso la finalización del desarrollo de ojivas monobloque para comenzar los trabajos sobre modelos en tándem. De esta forma, los sistemas de misiles contracarro 9M112 y 9M119 fueron equipados con cabezas de combate en tándem con las modificaciones pertinentes recibiendo los índices 9M128 y 9M119M respectivamente.
Sin embargo, las pruebas de las cabezas en tándem de los misiles 9M128, 9M119M y otros se desarrollaron con el apoyo de un bloque de protección dinámica “análogo” a los occidentales, en virtud de las cuales se utilizaron bloques de blindaje reactivo fabricados en nuestro país con elementos de protección dinámica de una longitud de 250 mm. Empleados en condiciones de combate, los elementos de blindaje reactivo extranjeros tenían una longitud de 400 - 500 mm. Es bien sabido que la eficacia de la protección dinámica está determinada por la longitud de sus elementos. Por esta razón, y debido a un esquema de diseño del modelizado bastante mal fundamentado, los misiles contracarro con cabezas en tándem no superaron la protección dinámica al impactar por la parte superior del recipiente de blindaje reactivo explosivo.
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EntrarMisil contracarro “Ataque” en helicóptero Мi-28N
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EntrarSistema de misil contracarro “Metis-М” (Mestizo-M)
Sin embargo, la segunda generación de sistemas contracarro no había superado todavía una serie de deficiencias significativas herederas de la generación anterior, como un sistema de inmunidad débil durante el guiado ante efectos no intencionados (nubes de polvo, de humo, de las explosiones de proyectiles de artillería, etc) o ante interferencias intencionadas (efectos de señuelos visuales, etc) y potencia de fuego insuficiente de las ojivas de los misiles (sobre todo en los sistemas portátiles) contra los carros modernos. Los logros técnicos de los sistemas de misiles de segunda generación son:
- El desarrollo de una familia de sistemas de guiado semiautomático, proporcionando a los misiles contracarro una orientación de mayor precisión;
- La implementación de sistemas de misiles contracarro de vuelo supersónico, con un aumento de la inmunidad frente a las interferencias y sistemas con alta cadencia de tiro, posibilitando abrir fuego desde lanzadores aéreos;
- El desarrollo de una familia de contenedores con misiles guiados desde los carros, con unos parámetros básicos unificados en relación a la munición de artillería normalizada, asegurando el disparo del proyectil a través del ánima del cañón con misiles de alta precisión de guiado;
- El desarrollo de un número de ojivas contracarro de varios tipos (ojivas de carga hueca y termobáricas en los misiles "Corneta" y "Mestizo-2", de carga hueca y fragmentación en los misiles «Torbellino»), que aumentaron la flexibilidad y versatilidad de estos sistemas;
- La implementación en los sistemas contracarro portátiles “Mestizo" y “Mestizo-2” de equipos de guiado simplificados instalados a bordo, con una reducción significativa del costo del misil y el sistema;
- La unificación de los componentes principales de la serie de sistemas contracarro, sus contenedores y del equipo terrestre y de guiado en vuelo ("Fagot", "Concurso", "Asalto", "Ataque", "Bastión", "Sheksna", “Svir”, “Reflejo”, “Torbellino” y otros).
Como factores negativos en el desarrollo de la segunda generación de sistemas contracarro se incluyen:
- Una amplia gama de sistemas, lo que complica la producción y operación;
- Los retrasos en el desarrollo y equipamiento de dispositivos de imágenes térmicas en los sistemas para disparos nocturnos;
- La insuficiente atención para garantizar el desarrollo de sistemas con un alto potencial de modernización.
Un análisis comparativo de los misiles contracarro soviéticos y occidentales de segunda generación puede indicar lo siguiente. De acuerdo a sus principales características técnicas, los sistemas anticarro soviéticos no eran inferiores a sus análogos extranjeros, superándolos en las categorías de sistemas autopropulsados y basados en helicópteros por su inmunidad al ruido y por su velocidad de vuelo. Quedaban atrás en cuanto a sus parámetros de tamaño y peso general y en el tamaño de las ojivas de los misiles, lo que fue una manifestación del retraso en el desarrollo de sus componentes electrónicos implicando una reducción de la masa efectiva de los misiles contracarro.
La pregunta es la siguiente ¿en qué medida los misiles contracarro de segunda generación contaron con un diseño adecuado? Para analizar este propósito hay métodos especiales de evaluación integrada, pero diseñados para su uso dedicado y exclusivo en las organizaciones de diseño. Sin embargo, los lectores astutos pueden obtener una respuesta a esta pregunta utilizando relaciones visuales que se presentan en la Tabla 8.
De esta forma, la relación de pesos de las cabezas de combate (mOjiva) respecto de los pesos totales (M) de los misiles destinados a emplearse a la misma distancia, indica que cuanto más grande es este coeficiente, mejor es el misil. En otras palabras, si para un mismo peso y alcance del misil el peso de la cabeza es superior, esto significa que el diseño general del misil es superior. La proporción de la capacidad de penetración en el blindaje (b0) y el peso de la cabeza de combate (mOjiva) describe de igual modo su diseño. Cuanto mayor es esta relación, el diseñador ha identificado los óptimos parámetros para que el peso total de una ojiva algo inferior pueda penetrar mucho blindaje. En otras palabras, si para un mismo peso de la cabeza de combate la capacidad de penetración en el blindaje es superior, esto indica que el diseño de la cabeza es superior. Finalmente, la relación de b0 frente a mExplosivo caracteriza el rendimiento desde el punto de vista de un buen empleo de las cargas explosivas en el diseño de la carga hueca. En este caso, es mejor aquella ojiva (para una misma cantidad de material explosivo empleada) que obtiene una mayor capacidad de penetración en el blindaje. La relación de mExplosivo y mOjiva se denomina “relación de llenado” y caracteriza el comportamiento de la explosión de la ojiva.Cuanto mayor sea el número, la cabeza de combate es más potente. Cabe señalar que el uso de estas relaciones para estimar diseños perfectos de misiles contracarro son válidos sólo para un tipo de misil. Por ejemplo, en un misil que tenga un mayor alcance y velocidad (mayor peso del motor y el cohete), el índice mOjiva frente a M será más bajo que el de un misil con una velocidad y un alcance menores.
El propulsante sólido y actuadores aerodinámicos de control de vuelo fueron soluciones técnicas comunes en la construcción de los misiles contracarro soviéticos y aquellos lanzados desde carros de la segunda generación,
A modo de resumen, el desarrollo de la segunda generación de misiles contracarro soviéticos significó un fortalecimiento de su papel como medios especializados, principales y eficaces para luchar contra los carros modernos.
La creación en este período de la URSS de misiles lanzados desde carros parece ser una medida técnica y económicamente viable, que extiende el ciclo de vida de una gran flota de carros de generaciones de posguerra mejorando la eficacia en combate con objetivos similares.
La tercera generación, por aceptación de la terminología extranjera de clasificación de los misiles contracarro, se caracteriza por la aplicación del principio de "dispara y olvida". Este principio implica el empleo de bloques de autoguiado, colocados a bordo de los propios misiles contracarro. Durante el disparo, el operador del misil contracarro de esta tercera generación apunta a un objetivo y simplemente se asegura de que su buscador ha enganchado el objetivo al efectuarse el disparo. Además el vuelo guiado de largo alcance se produce de manera completamente autónoma, sin intervención del lanzador, dirigido únicamente por los comandos generados por el propio bloque de autoguiado. Las ventajas de este principio son, reducir la vulnerabilidad del sistema y su dotación (al estar menos tiempo bajo el fuego enemigo), especialmente en el caso de que sea el helicóptero el portador de estos sistemas de armas, y aumentar su inmunidad frente a las interferencias (debido a la presencia de un solo canal interno en el propio bloque de autoguiado). Sin embargo, este principio tiene una serie de inconvenientes, el más relevante de los cuales es el alto costo del bloque de autoguiado (y sus sistemas en general) a causa de la elevada complejidad técnica de su producción (ópticas especiales, dispositivos informáticos microminiaturizados, etc). Además, los bloques de autoguiado cuentan con unas capacidades de combate algo limitadas debido al deterioro de sus componentes en ciertas condiciones de funcionamiento de la cabeza de combate, o debido al incremento del alcance mínimo de disparo (en las versiones que permiten la destrucción del blanco impactando a altos ángulos de picado), etc. Sin embargo, el empleo de misiles contracarro de la tercera generación mejora la posibilidad de los ataques contra las partes más vulnerables del carro (por ejemplo, contra el techo), reduce la masa del misil (en beneficio de la cabeza de combate) y sus dimensiones, y aporta al sistema la capacidad para llevar a cabo un guiado autónomo del misil contra el objetivo aumentando la probabilidad de su destrucción. Dadas las condiciones altamente cambiantes del campo de batalla, es aconsejable el empleo de munición contracarro autopropulsada y basada en helicópteros de la segunda y tercera generación. En este escenario un misil contracarro de la tercera generación debe ser una modificación de la segunda generación de misiles para lograr una mayor unificación.
Por desgracia, hay que señalar que, como resultado de la reestructuración, las reformas, el período de estabilización, el colapso del complejo militar-industrial, la falta de financiación y otros factores en nuestro país, no ha sido posible contar con sistemas contracarro de la tercera generación.
Teniendo en cuenta la realidad actual parece conveniente cimentar las bases de un mayor desarrollo de los sistemas contracarro nacionales para asegurar una respuesta eficaz a los carros actuales y futuros. En esta nueva concepción, junto con la prestación de un alto rendimiento de combate de los nuevos sistemas de misiles contracarros nacionales, necesariamente deben reflejarse requisitos que aseguren un alto potencial de modernización futura en el desarrollo prioritario de tales sistemas, que podrían ser mejorados en el curso de su ciclo operativo de vida en respuesta a las cambiantes condiciones y los nuevos requisitos.
Se sabe que debido a la disponibilidad de una gama más amplia del nivel de tecnología, algunos de los componentes de los misiles contracarro quedan obsoletos funcional y físicamente más rápidamente que otros. Para superar este inconveniente se deben poder actualizar mediante una construcción modular. Un buen ejemplo del éxito de este enfoque es el sistema TOW, que durante 30 años ha experimentado múltiples actualizaciones modulares para una constante mejora de su rendimiento de combate.
A diferencia de la inexistencia en servicio de misiles contracarro nacionales de tercera generación, se creó en occidente el consorcio EMDG para la creación del sistema Trigat (definido por las siglas PARS-3, ATGW-3 y AC-3G), y que existe en dos versiones: Trigat MR (de medio alcance) y LR Trigat (de largo alcance). El misil contracarro de medio alcance Trigat MR cuenta con una cabeza de guerra en tándem equipada con dos cargas huecas, la principal de los cuales se encuentra detrás de los motores principales. La ojiva está equipada con una espoleta de proximidad láser, cuya función es detonar la carga principal a la distancia óptima del objetivo. Esta distancia puede ser alterada en función de la naturaleza de los objetivos designados. La ojiva se desarrolló con la responsabilidad de garantizar un funcionamiento eficaz contra los carros con blindaje reactivo. El misil contracarro de largo alcance Trigat LR también cuenta con una cabeza de guerra en tándem y un bloque de autoguiado pasivo de infrarrojos, que le confiere un seguimiento automático del objetivo permitiendo llevar a cabo un lanzamiento en salva contra varios blancos blindados de forma simultánea.
El proceso de creación de un sistema contracarro incluye las etapas de desarrollo y validación de los requisitos técnicos y tácticos, investigación, desarrollo de la tecnología de producción y de los proyectiles, así como sus pruebas correspondientes. Cuestiones relacionadas con el proceso de creación de un sistema contracarro están más allá del alcance de este artículo, pero vamos a detenernos en algunas características fundamentales y definiciones.
Es de gran importancia la definición de los requerimientos tácticos y técnicos para el desarrollo de avanzados sistemas contracarro. El objetivo principal de estos requerimientos es asegurar las cualidades de combate de los sistemas contracarro contra objetivos tácticos para los que fue concebido. Por lo general, la base de las necesidades tácticas y técnicas son el resultado de una investigación especial para sustanciar las principales características tácticas y técnicas de un sistema contracarro. La especificación de estos requerimientos define el valor de combate del modelo proyectado. Todos los parámetros de los requisitos tácticos y técnicos se dividen en cuatro grupos: táctico, técnico, operativo y productivo-económico.
A pesar de la considerable experiencia de desarrollo de los medios contracarro, los requerimientos de diseño de un sistema contracarro, por ejemplo, no contienen nunca especificaciones claras para la destrucción de objetivos blindados típicos y conocidos. Se sabe que la reserva de un cierto margen sobre el total del efecto del chorro de la carga hueca (efecto post-penetración) proporciona un valor apropiado a la probabilidad de la destrucción del blanco tipo. La acción post-penetración es dependiente del calibre de la ojiva del misil contracarro una vez superada su protección dinámica, y es corresponsable de la importancia de la probabilidad condicional (en las condiciones de impacto) de la destrucción de futuras modificaciones de las familias de carros "Leopard" y "Abrams", siguiendo el criterio de "la pérdida de potencia de fuego o de movilidad", como se presentan en la Tabla 9 . En esta acción post-penetración se ha considerado una protección gruesa, que interrumpe el chorro de energía después del impacto en el cuerpo principal.
Sin embargo, por regla general, en los requisitos técnicos y tácticos, los requerimientos cuantitativos sobre la acción post-penetración suelen estar ausentes. También en estos requerimientos no se suele citar ningún valor de probabilidad de destrucción de los carros bajo cualquiera de los criterios de impacto, inadmisible en la creación de misiles contracarro de alta precisión.
Un hecho interesante de los requisitos técnico-tácticos es el tiempo de retardo de la activación de las cargas huecas distribuidas en tándem. Para realizar una simulación de la protección dinámica de los carros occidentales el valor de estos tiempos de retardo se varió el doble, y el peso del explosivo de la ojiva de precarga en tándem el triple.
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EntrarEsquema. 5. Esquema del modelo matemático de la destrucción de un objetivo blindado con un misil contracarro.
Tabla 9: Valor de la probabilidad de destrucción de un carro dependiendo de las condiciones de impacto, analizando los parámetros de acción post-penetración y calibre de la ojiva del misil
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EntrarUnos requisitos tácticos y técnicos no adecuados implicaron la creación de misiles con cabezas en tándem con un esquema de disposición único: precarga y carga principal separadas del motor. La principal desventaja de este esquema constructivo es la baja eficiencia del impacto sobre la mitad superior del contenedor de blindaje reactivo.
En el desarrollo de un sistema contracarro ocupan un puesto primordial los estudios experimentales y ensayos, que son una parte integral de su desarrollo. Una de las razones de la falta de efectividad de los misiles contracarro en servicio es el "envejecimiento" de los métodos de las pruebas estatales (Gosudarstvennie Ispitaniya, GI). El objetivo de las pruebas estatales es comprobar la conformidad de las características técnicas, militares y operacionales de un modelo frente a sus requerimientos técnico-tácticos, y en unas condiciones lo más cercanas a una operación de combate real, para ofrecer recomendaciones veraces sobre su adopción para la entrada en servicio. Las organizaciones responsables, han venido organizando y desarrollando hasta ahora las pruebas estatales de misiles contracarro (con ojivas en tándem) de un modo insatisfactorio . La desventaja principal de las pruebas estatales de cara a la entrada en servicio es la falta de disparos a máximo alcance sobre blindajes equipados con ERA. Estas pruebas fueron reemplazadas por disparos contra barreras equipadas con blindaje reactivo desde una distancia de 100 m, en las que los misiles alcanzaron la zona más cercana a los bordes de la protección dinámica, es decir, en el área más favorable para traspasar esa protección dinámica. Cuando se dispara a un alcance máximo hay mayor dispersión de los puntos de impacto.
Los sistemas de misiles contracarro no serán empleados en condiciones "tan favorables", lo que conllevará la falta de penetración en el blindaje con protección dinámica añadida.
El parámetro principal de cualquier sistema de misiles contracarro es la capacidad de destrucción de los modelos de carros extranjeros presentes y futuros.
El mayor interés aquí son los datos de la eficacia de estos sistemas obtenidos en situación de combate en diversos conflictos militares. Hasta la fecha, ningún sistema moderno de misiles contracarro nacional ha entrado en combate contra carros "Leopard 2" y M1A2 "Abrams", con un grado de protección más elevada. Sin embargo, en organizaciones de "defensa" tras la aparición de estos carros se crearon modelos matemáticos (Fig. 5) que permitieron, con la ayuda de ordenadores, evaluar el impacto de los sistemas contracarro nacionales, por ejemplo, sobre la familia de carros "Abrams". En la simulación necesariamente siempre se debe utilizar un sistema interdisciplinario de datos iniciales sobre las características de vulnerabilidad de los modelos blindados tipo.
Un modelo matemático para evaluar la eficacia de los sistemas de misiles contracarro permite con los datos de partida simular todas las fases de la destrucción de un objetivo: disparo, interacción del proyectil con el blindaje, efecto post-penetración. El resultado final del disparo es proporcionar una trayectoria a la munición hacia el lugar de aproximación al objetivo. En la etapa de interacción con el blindaje, determinar las condiciones del impacto de la munición sobre el blindaje, así como tener en cuenta la posibilidad de destrucción de elementos del equipamiento exterior gracias al proyectil. La valoración de la acción post-penetración implica evaluar el impacto del chorro residual de la carga hueca sobre la tripulación y todo el equipo interno del vehículo blindado. Esto toma en consideración los parámetros de los efectos post-penetración sobre los diversos componentes internos vulnerables y su apantallamiento mutuo. Como resultado de una simulación, los valores de la probabilidad de la destrucción de un carro M1A2 en un impacto sobre la zona con protección máxima fueron "la pérdida de su movilidad y potencia de fuego”. Para los sistemas de misiles contracarro actuales el valor de esta probabilidad se sitúa en el rango 0,2 - 0,4, lo cual es insuficiente al ser armas de alta precisión. Estos valores son significativamente mayores durante el impacto en el costado y el techo de los carros.
¿Qué medidas son necesarias para el desarrollo de sistemas de misiles contracarro nacionales?
Desde que los sistemas de misiles constituyen la parte principal de las armas contracarro, es necesario el desarrollo inmediato de un "programa para la mejora de la efectividad de los medios contracarro en apoyo de la capacidad de combate del ejército ruso hasta 2015". Este programa debe reflejar los aspectos de la cooperación para el desarrollo de los fabricantes de sistemas, equipos y componentes de los elementos, con el objeto de evitar la duplicidad en el rendimiento del diseño y la producción de los sistemas de misiles y otras armas contracarro. Para desarrollar este programa, es necesario tener en cuenta la diversidad de sus factores principales, obligatoriamente en cuanto a las siguientes actividades:
- Analizar las amenazas militares de Rusia en relación con la expansión de la OTAN hacia el Este y un fuerte cambio en el equilibrio de poder en términos de sus características de funcionamiento y el número de vehículos blindados en el período hasta 2015;
- Determinar el estado del nivel científico y técnico de la dirección del desarrollo de modelos de futuros sistemas contracarro, y su efectividad en la destrucción de carros extranjeros actuales y futuros;
- Reevaluar las capacidades de combate de los sistemas contracarro (empleo todotiempo y en combate de precisión, inmunidad al ruido, su velocidad, potencia, su letalidad contra blancos blindados equipados con blindaje reactivo) y su efectividad en un combate combinado;
- Proporcionar una alta disponibilidad y fiabilidad de los modelos durante su almacenamiento y su empleo militar;
- Descubrir las causas y factores que impiden el desarrollo de modelos de armas contracarro.
Y, por último, lo más importante es que, debido a que la modernización del ejército ruso es imposible sin la restauración de la industria de defensa, es necesario determinar el estado de la base científica y técnica, tecnológica, industrial y de los componentes para el desarrollo de un sistema contracarro avanzado, su mejora y la producción.