Los rebeldes cansados de la batalla buscan la reconciliación cerca de la capital siriaBy Alvaro A. - 07/06/2017
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EntrarPocas semanas después del acuerdo de reconciliación en Siria, que expulsó a los insurgentes de sus últimos bastiones de Qaboun, Barzeh y Tishreen dentro de Damasco, los rebeldes en la región de Harasta abrieron conversaciones con el gobierno sirio para negociar un posible acuerdo de reconciliación.
De manera similar a los acuerdos anteriores, el acuerdo permitiría a aquellos que quieran reestablecer su estatus con el gobierno sirio deponer sus armas y regresar a su vida civil mientras que aquellos que no quieren reconciliarse y hacer la paz irán a la provincia de Idlib, dominada por los yihadistas.
Si los rebeldes -desmoralizados y fatigados por las luchas internas en la Guta oriental entre Faylaq ar-Rahman respaldado por Catar y Jaish al-Islam respaldado por Arabia Saudí- acuerdan entregar Harasta al Ejército Árabe Sirio, la carretera Damas-Homs será Completamente asegurado de nuevo y reabierto por primera vez en más de tres años.
Se desconoce si la reciente división diplomática saudí-qatarí tiene algo que ver con la actual crisis de Guta. Sin embargo, es importante señalar que Harasta está ocupado predominantemente por Ahrar al-Sham y representa la principal fortaleza de la facción contra Damasco. Se cree que el grupo rebelde tiene lazos extensos con Catar y con su aliado regional, Turquía, que han patrocinado por largo tiempo los grupos afiliados a la Hermandad Musulmana como Faylaq ar-Rahman dentro de Siria.
Si Ahrar al-Sham abandona el control de Harasta en favor del gobierno sirio sería la pesadilla más grande de Jaish al-Islam, ya que implicaría establecer en la ciudad de Douma (la fortaleza más grande de Jaish al-Islam en Siria) un asedio completo dentro de la Guta Oriental. Esto paralizaría a la facción alineada con Arabia Saudí que ya está luchando por mantener sus frentes orientales unidos contra el bombardeo ininterrumpido de asaltos gubernamentales cerca de Nashabiya y Hawsh al-Dawahira en medio de las brutales luchas internas que tienen lugar en las ciudades centrales de Guta de Hawsh al-Ashari y Erbeen.
Este potencial desarrollo de los acontecimientos amenaza con reforzar el apoyo de Catar de la insurgencia siria en la debilitada y sacudida influencia saudí sobre la rebelión “siria”. Esto se traduce en tensiones de la arena diplomática internacional entre los dos países del Golfo Pérsico que todavía están por verse.
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