Comando Rothschild: La CIA, los espías del PNV y el asesinato de Carrero Blanco

Iniciado por Aleksei Stajanov, 18 Mayo 2023, 17:18:07

Tema anterior - Siguiente tema

Nazamny

En parte conocida, pero en todo caso, excelente información.

Floriponcio69

Trotskista-Stalinista-Marxista-Sorosista. Mercenario de las farmacéuticas en mis tiempos libres. Guardia Civil a doble turno. Obsesionado de los coches (supuestamente). Fan del francotirador canadiense "Wali".

Eugenio

Hay una larga historia sobre ciertos "investigadores" que siempre le endilgan a los grupos revolucionarios actitudes "ultraizquierdistas", "infantilistas" y ser manejados por poderes extranjeros.
Muchos que se dicen de izquierda, siempre salen con el cuento de que son "servicios de inteligencia", cuando no creados o usados por la CIA.
Nada nuevo.
En Argentina, tenemos unos cuantos ejemplos, como ser el PCA que al principio atacaba a los revolucionarios cubanos, tildándolos de "aventurerismo caribeño", luego estuvo en contra del Che Guevara. Ni hablar de la actitud crítica con la guerrilla argentina.
Para demostrar que estos pensamientos (totalmente anticientíficos) siguen recuerdo que durante el gobierno de Macri (2015 - 2019), se produjeron varias manifestaciones que terminaron con enfrentamientos violentos. Un conocido periodista kirchnerista (antes extrella del grupo Clarín) llamado Gustavo Silvestre, se pasaba histeriqueando, sobre los "violentos" que tiraban piedras y que eran "servicios".
El colmo de la ridiculez fue cuando decía que era "sospechoso" que algunos grupos tuvieran "banderas negras", algo que le hacía pensar que era una forma de reconocerse entre esos "policías infiltrados".
El hecho real: eran grupos anarquistas, que obviamente usaban el negro que los identifica.  [rofl]

[yes]
El revolucionario acepta las reformas para utilizarlas como una ayuda para combinar la labor legal con la clandestina, para aprovecharlas como una pantalla que permita intensificar la labor clandestina de preparación revolucionaria de las masas con vistas a derrocar a la burguesía.
El reformista, por el contrario, acepta las reformas para renunciar a toda labor clandestina, para minar la preparación de las masas con vistas a la revolución y echarse a dormir a la sombra de las reformas "otorgadas" desde arriba.

José Stalin